Un estudio honesto y profundo, que es un aporte a la reconstrucción del pasado de Valparaíso de inicios del siglo XX que devela la transformación de la demografía cordillerana y sus vínculos con la arquitectura social y política de un país centralizado que olvida la intimidad de una parte de Valparaíso.

Felipe Vergara Lasnibat
RESEÑA/ Aníbal Riquelme Contreras, Orígenes de una comunidad. El cerro Cordillera de Valparaíso a inicios del siglo XX. Valparaíso, Ediciones Inubicalistas, 2022.
Orígenes de una comunidad… de Aníbal Riquelme Contreras, es un texto enriquecedor para quienes buscan acercarse al conocimiento de la memoria social de Valparaíso, ya sea desde la intimidad de los archivos como también a partir de la conexión erudita que logra el historiador para conseguir una síntesis de y desde la territorialidad. Este último concepto –tan manoseado o trivializado estos últimos años por la “sociologización” de la política nacional– recupera el verdadero sitial que definiera David Harvey, pero esta vez con un grosso argumentativo histórico que recupera identidades, pertenencias y filiaciones. Un estudio que desde la microhistoria y con un pronunciamiento asertivo de los topos permite evidenciar el punto de encuentro de quienes lo habitan aproximándolo a un relato asertivo que ha sido exhumado de archivos y testimonios vivos.
Leer un trabajo así es enriquecedor y estimulante, por varias razones: por una parte acerca el pasado de los hombres comunes al conocimiento histórico, rebelarse como una impronta revolucionaria hacia una conciencia histórica efectiva y que escape a los convencionalismos clásicos, recordándonos la necesidad de “comprender la pretensión del otro en tanto que es una expresión que otorga significado unitario, potencia la conciencia y define la identidad verdadera” (Gadamer, 2016); una historia reconstruida a partir de las expresiones populares que vitalizan las instituciones por las cuales se reconocen y se vinculan es y será siempre gratificante porque es una expresión de pertenencia, autocuidado y protección. Cordillera es un cerro mutualista en el sentido específico del término; las organizaciones y la estructura sociocultural que de ella emergen, abanicó la vida de los vecinos. Para el romano, el vicus es el espacio no sólo físico sino que también ponderadamente “imaginado” es el lugar donde habitamos; es el vicus, habitado por los vicinus quienes viven y piensan ese entorno, ya sea aldea o barrio, Cordillera en la reconstrucción de ese vínculo mutual de las personas que tienen al autocuidado y la protección, y que son el reflejo de la Población Obrera de la Unión, la parroquia del Perpetuo Socorro, la escala Cienfuegos, sólo por nombrar algunos “lugares” y que dan cuenta del pasado obrero, devoto y cívico.
De esta manera, Riquelme Contreras conduce el estudio con pulso culturalista y eso también es valioso, sin caer en exaltaciones fanáticas de alguien que es hijo de familia cordillerana pondera los hechos con rigurosidad metódica y una excelente síntesis. La prensa escrita y hemerográfica que forma parte del background factográfico al que recurre ha sido prolijamente seleccionada, analizada y expuesta, eso es gratificante, pues estudios locales o bien otras historias de ciudades y cerros caen en una suerte de anacronismo periodístico, obsesionándose quien la relata en el detallismo de la anécdota y dejando de lado la esencialidad de todos los procesos históricos sociales.
Orígenes de una comunidad… es un trabajo de peso que debe ser un punto de referencia para noveles historiadores que busquen recuperar el pasado de una parte de su hábitat, pero también debiera ser un trabajo que la academia difunda. La excesiva postmodernización de la disciplina histórica como también la neurosis del progresismo político puede hacer que este trabajo no sea valorado porque no complace en su discurso histórico las utopías (distopías) que la “intelligentsia” desee oír o leer. Un estudio honesto y profundo, que es un aporte a la reconstrucción del pasado de Valparaíso de inicios del siglo XX que devela la transformación de la demografía cordillerana y sus vínculos con la arquitectura social y política de un país centralizado que olvida la intimidad de una parte de Valparaíso.
Pueda ser que persista con este tipo de estudio un cambio historiográfico y así podamos leer más sobre el pasado de las personas que escalan por los ascensores, viven entre cinturas de quebradas o revientan un grito en una cancha de tierra del Gran Valparaíso invisibilizado por lo de siempre: el rito de lo institucionalmente escrito.
Felipe Vergara Lasnibat. Académico de la Universidad de Playa Ancha.
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