“El jardín de manzanos” de Alejandra Wolleter y Fabiola Narváez

Opuesta a una poesía autoflagelante que responde a la desarticulación y a la muerte del sujeto en el gran foso de la ciudad y la modernidad, El jardín de manzanos presenta una visión sutil, alejada a su vez de lo sureño-pastoril en función de un escenario más universal. En un revés al quizás esperable componente lárico de un libro que sugiere el espacio natural como su campo de exploración.

Carlos Aguilar Islas

RESEÑA/ Alejandra Wolleter y Fabiola Narváez. El jardín de manzanos. Valdivia, Ediciones Kultrún, 2021.

Desde el borde costero de la Región de los Lagos, Alejandra Wolleter y Fabiola Narváez enlazan sus respectivas disciplinas (poesía y fotografía) para presentar un libro interesante, que bien pudiera representar el aterrizaje de una poesía contemplativa en clave oriental en el bosque lluvioso del sur de Chile, sin antecesores nominales. El jardín de manzanos llega en esta oportunidad en una segunda edición ampliada en texto; primera versión a través de editorial pese a haberse autopublicado hace casi veinte años.

Las fotografías monocromáticas de Narváez retratan ruinas de muelles, bordes de océano y jardines que sirven de un lienzo similar al complemento tinta-acuarela en los viejos textos de Oriente, sobre el cual Wolleter extiende una poética que hace ecos de la tradición japonesa o la epigráfica presente en textos de sabiduría China, entremezclada con prosa y verso de carácter libre.

Opuesta a una poesía autoflagelante que responde a la desarticulación y a la muerte del sujeto en el gran foso de la ciudad y la modernidad, El jardín de manzanos presenta una visión sutil, alejada a su vez de lo sureño-pastoril en función de un escenario más universal. En un revés al quizás esperable componente lárico de un libro que sugiere el espacio natural como su campo de exploración, Wolleter se diferencia del imaginario teillieriano fundamentalmente en cristalizar el tiempo de sus imágenes sin adeudarlas de una melancolía fijada por tránsitos pasados o futuros. El jardín no es un ideal que se deforma en el estanque de la memoria; se presenta como un estado de gracia flotante, fruto de una observación extática del aquí y ahora y que refiere reflexiones sin tiempo.

El ritmo de los corazones se detuvo

cayó sobre las mejillas del mundo

el peso de todas las lágrimas

las lágrimas resbalaron a la tierra

humedecieron las semillas

y brotaron en aquellos que quisieron

sentarse y conversar

A través de la figura del corazón y su ritmo, del tejido de ramas, silencio y palabra, la semilla, el viento que acarrea hojas, y de la tierra que se riega con lágrimas; el colectivo de imagen y texto se configura con la ética y estética del haiku (y es en este aspecto una indudable similitud con el poeta de Lautaro), aun cuando poéticamente no se reconozcan métricas definidas o una estructura cohesiva propiamente tal, esto debido a la naturaleza heterogénea de su exploración, aun cuando muchos textos se encuentren emparejados temáticamente. El libro finalmente opera como una especie de anecdotario poético o un diario sobre el cual la figura de un yo que aparece y desaparece presenta comentarios, consejos, deseos, reflexiones y preguntas abiertas. Se entremezcla poesía y prosa con una delicadeza ceremoniosa de quien, en un estado meditativo, acepta con pasividad el ritmo de las estaciones y el pulso de la tierra como venga sin detenerse en normativas, enfocándose en la iluminación de la imagen poética, sea con la parsimonia del agua calma o la agitación vegetal del temporal.

Carlos Francisco Aguilar Islas (Puerto Montt, 1991). Escritor y tallerista, ha publicado la plaquette de poesía Basta de promesas (2018) y es becario de Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio con el libro de cuentos Puerto de nada (2023). Además, ha colaborado con poemas y cuentos en antologías de concursos, fanzines y revistas literarias en Chile, México y Colombia. Desde 2022 dirige talleres literarios en la plataforma Laboratorio Caleidoscopio.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s