Guillermo Mondaca Fibla

Guillermo Mondaca Fibla, La Antorcha Magacín # 9.

Ramaje

Espacio en explosión

animal medio muerto por la orilla del río 

silueta en que la imagen perdura un instante su lejanía 

sueltas

el párpado que te ves adherido a las palmas de las manos

rompes la arcilla quemas

tus dedos moldeándote ser

uno en las fracciones

ser de tiempo y marcas

ábrete con las manos

el rostro quémate riendo embrión de hielo ser

de sucesión repeticiones calcos germínate

los ojos en su apoyo donde asedia la raíz de lo que no existe

algo que ver y palpar entre nosotros

te reconoces

como un animal en la muerte de su hermano

te ves desaparecer en lo continuo

como la forma

caza lo distante

zambullido con los ojos abiertos

roto el sello que roe el relato

desarticulación de la huella que abarca

la palabra nunca rueda cerro abajo

sumergida nada a través del oscuro ramaje de colihües 

el instante de la propia piel abierta a través del humo

crisálida en cámara rápida y en el centro

vacío en que nos componemos

la búsqueda que somos nos deja ir

*

Solo me ilumina la luz

cuando quemándose me apaga

la visión no es lo que se modela

sino el rostro inmenso tras la máscara que se aleja

una cuerda destensada sin fin

mar tigre de papel enterrado

la sombra se consume en otra

el peso                       

de ser abre una orilla

debajo de mi rostro

mis dedos

crean la estructura

de su tacto

algo se pierde

al juntar al agua del río

sucesión transcurso

para dejar así  

a la imagen su cuerpo

un espacio tal

contráctil entre dos aspas que ciñen

en el lomo de la gata

está la mano que acaricia el pilar

curvo ámbito donde lo disperso y la palpitación

del fruto caído se unifican

bestia de muchos cuernos tirada al barranco

arrastra su gemido por las rocas

lo que en el descenso

se partió

una piedra 

a la rompiente no socava

remolino

en el aire quieto

hocico blanco de la ola

su garganta

pétalos abiertos a medida

que el contorno expande su vacío

entre más colmada

la forma más dista más recoge 

y así     al llegar

atraviesa

separadas

ramas

en la penumbra

escamas caracoles húmedos

ataúdes de pétalos y trapos con tierra

viajan reunidos en un mismo barro bajo el sol

entre matorrales

viaje inaccesible por los bordes brote cerrado

poco a poco cede dos ríos de puro deslizamiento

fluidos flotan al azar

brillante materia          caparazón de sangre

en su lenta costra

lo deshecho presencia la memoria.

(Inédito)

Sutura

Sostenemos nuestros cuerpos

verticales afuera del agua

en necesidad de gloria

o en la ternura del amor prevalece 

ente las hojas un canto del paraíso

el ojo en el cetro del reino.

*

Ocupas demasiada energía

en algo que gana altura cuando es espontáneo

no sé hacerlo dije así puedo empezar de cero

no quiero ir hasta allí por carnadas

necesito perder lo que sé

ganarlo con mis manos

levanto los pestillos por si alguien quisiera

entrar a robar a casa esta noche

no coincidir

del todo es nuestro logro

*

La mesa manchada se mantiene familiar aunque fría

cada cosa en su sitio

la lámpara torcida la taza sucia con café

una botella de plástico deforme

por el agua caliente

antes elevarme me hundo

en un régimen desfavorable

triángulos extendidos hasta una punta de hielo

nómada en un fondo áfono

habitar distintos lugares del río         

convertirse en su claridad

alimentarse del ambiente

comenzar sin interrupción superar esta urgencia                              

oír las distintas variaciones de nuestros contactos.

*

Entra

para no llevar nada

no hace falta prolongarte en la forma

llueve sobre los techos

de los autos un toyota

verde

invencible atraviesa el asfalto.

*

Estos rastros son la imagen del pensamiento

un sueño

al interior de un viaje trepa veloz

un imperio nimio lucha por conservar

su estructura ante la inminente catástrofe

la fe en la magia y en los milagros

pero la enfermedad hace temeroso cualquier intento de invocación

permanece sellado en su ostra de almíbar

casi a oscuras constante a través de diferentes fuegos

habitaciones con vista a un mar interior

el agua y la harina componen esta sombra encaramada

acerca sus raíces el árbol al precipicio

agarrado a la soledad

un bosque crece cauce

pesado

piensa

en el modo me dijo mira

desnudo está el pan

nada más que eso

nublado y frío en las dos orillas del agujero de gusano

una imagen

me dijiste tanta claridad irresistible

la paleta inútil

el color del diamante en el ventanal empañado

nueva luz de luna en libra

vagabundear en busca de la presencia.

Pódcast: Daniella Lillo Traverso

Guillermo Mondaca Fibla (Coquimbo, 1991). Licenciado en Literatura y estudiante de Pedagogía en Filosofía, en la Universidad de Playa Ancha. Se adjudica la Beca de Creación del Fondo del Libro del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2018) con su obra Contacto y contagio. Ha participado del Taller de la Fundación Pablo Neruda en La Sebastiana, y del Taller de Investigación Poética, en Concreto Azul, Valparaíso. Ha publicado la plaquette Ramaje (Editorial Bogavantes, 2021). Su trabajo literario aparece en Maraña, Panorama de poesía chilena joven (Editorial Alquimia, 2019) y en II Reescritura de Valparaíso (Editorial Balmaceda Arte Joven de Valparaíso, 2019).

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