Bastián Desidel Escurra

Bastián Desidel Escurra, La Antorcha Magacín # 9

Premonición en el umbral

Cortado está el hilo
de los vasos que acercaban las palabras
                             de tu hermano; a ti,

que subías todas las noches a sus hombros
y espiabas por la mirilla, buscando el
secreto:

tu ojo vaciado
ha de asomar desde el otro extremo.

A Benjamín Carrasco

Desdibujado
en el vacío:

el grito no suena
más que hacia adentro.                                                                                 

                                                                                                          A mi padre

Alrededor de la fogata, con los ojos cansados, el cazador deshace guano entre sus dedos. Del viejo boldo cuelgan por igual las estacas de madera, los martillos herrumbrosos.

El suave zumbido de la humedad se cuela por las narices del joven que dormita entre las hojas.

Un chillido resuena en las raíces. La llama persiste en el crepitar. Sobre el heno dibuja círculos un conejo gris.

En el altillo de la torre

                                              A Carolina Lorca

Aunque atroz el tiempo
consuma el lenguaje del rio,
los signos del sauce; aunque
la luz ya no ahogue las voces
esparcidas por el pueblo;
aunque la carne torne polvo,
y el polvo en más,
encorvado y ausente,
olvidará el punto
que nos separa de los cielos.

Los fuegos abandonados
(fragmentos)

                                                                                  Tendono a la chiarità le cose oscure.

                                                                                                        -Eugenio Montale

Habíamos ensayado para el más allá

un gesto, un signo marchito y silente.

Intento dibujarlo con la ingenua esperanza

de que alguien me responda tras la página.

*

Heraclea

            En el centro    una palabra.

*



La sombra del sauce

se astilla

por la mañana.

¿cómo nombrar

los fantasmas de
            la niñez?

*

                                               A E.M

Sobre las olas

de verano

contenidas en

su mirada

copulando juegan

blancos pececillos.

*

Sobre casas de muertos va mi sombra
rebosante de luz. Se ciñe al eco
de las piedras marchitas. Agolpada
de estrellas y amapolas se persigna.

*

Dunkel ist ein toter Hund.

Sin embargo

respira.

                                   19 de Noviembre.

*

Como si la madrugada llamase
a tu ventana, pálida te asomas
hacia la calle; un niño te saluda
gris bajo los caminos pedregosos.

*

Como las lilas bajo el alba,
se estremece la muerte en los niños.

*

Y llenábase de estrellas tu ventana.

*

            Las
cosas no responden a sus nombres               

                        Aunque todas las cosas
saben hacerse notar

¿Quién desde la noche
                                      el desierto?

                                                   25 de Junio.

*

De teatinas y manzanillas es tu recuerdo.
Ya no preguntas por qué.

*

Toda la noche vi crecer el fuego
pero atrás debo dejar las ínsulas extrañas
sabiendo que la patria que me llama
proviene de remota y solitaria ceniza.

*

Ya no tiembla mi noche
hombre ya fui.

Mi mano reúne hojas
desde el silencio.

A pesar de nuestro oído atento

El árbol nada dice
a pesar de nuestro oído atento
-Marcelo Pellegrini

Enraizado a la llama,
meditas bajo el Árbol
tu nombre. 

Tarde has de aprender 
que la palabra irrumpe
el nimbo de la infancia.

Volver a la primera palabra
es ejercicio vano. El Árbol           
ya nada dice.

A V.V

Como un niño asustado
entra mi sueño
            en tu sueño.

Hebra de luz pálida
que remueve el fondo
del cenote;

el sonido de la ola
            en la roca
recogiéndose por las venas.

A Pedro Lastra

Si de mí tratase, me quedaría con ustedes,
pero difícil fue contener
                                   la ola del tiempo,
el deseo de las ramas heridas,
el rostro que —intuyo—
                                      jamás fue mío.

Intentas conjurar una palabra
que retenga el paso del verano.
Una vieja moneda indicará
la promesa en el fondo de la fuente.

El temporal rescata aquella imagen,
el estanque vacío en tu memoria.

Aun escuchas por la noche el eco
de la moneda. Allí
            donde se ciega la roca.

Puerta última

De tiempo vaciado mi ojo,
aún recuerda cuando,
hermosos e inmortales
la descubrimos.

Pódcast: Daniella Lillo Traverso

Bastián Desidel Escurra (Quilpué, 1998). Poeta y psicólogo. Ha participado en distintas revistas literarias de la zona. Se encuentra habitando en Nogales, ciudad donde trabaja en un colegio municipal. Imparte un taller de poesía para los estudiantes.

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