Gyn/Ecology de Mary Daly es un libro-viaje para cada solterona, lesbiana, bruja, arpía y furia en cada mujer que se transforma en feminista radical; en consecuencia, está dirigido a “la imaginación lesbiana en cada mujer”. Es un viaje para expandir la imaginación, un viaje para descubrir el misterio de la propia historia y la manera como se encuentra entrelazada con la de otras mujeres; los únicos obstáculos que puede encontrar en su camino son las encarnaciones del patriarcado.

/RESEÑA/ Mary Daly. Gyn/Ecology. The Metaethics of Radical Feminism. Boston, Beacon Press, 1978, pp. 544.
Marianela Tovar Núñez
Un futuro promisorio comenzaba a vislumbrarse para el ecofeminismo en la década de los ochenta del siglo XX. En esos años, se realizaron importantes acciones políticas, varias conferencias, las ecofeministas participaron en varios movimientos políticos, se introdujo esta nueva corriente en la academia y aparecieron distintas antologías convocadas alrededor de este tema.
Sin embargo, este movimiento ascendente se topó, en los noventa, con lo que Greta Gaard denominó el backlash contra el ecofeminismo, que provino, primordialmente, del feminismo antropocéntrico hegemónico. La imputación fundamental contra las ecofeministas se concentró en señalar que su trabajo pecaba de un esencialismo que perpetuaba la ideología patriarcal, un espiritualismo apolítico y, lo peor de todo, era marcadamente antiracional. Estas acusaciones, además, sustentaban una condena no explicitada: sus textos no cumplían con los estándares académicos.
Estas apreciaciones, que aún perduran dentro de las filas del feminismo y del ecologismo, comenzaron a ser desmontadas desde los inicios del backlash por importantes teóricas ecofeministas. De todas las respuestas que desde distintas ópticas se han dado a esta embestida antiesencialista –que termina siendo antiecofeminista–, nos interesa resaltar la que elaboró Elizabeth Carlassare porque orienta el camino de nuestra aproximación a uno de los primeros textos ecofeministas descalificados como esencialistas. Algunas de las interrogantes que formula son: si el esencialismo en la obra de Mary Daly y Susan Griffin podía ser interpretado como una estrategia de oposición consciente y si estas críticas, más bien, podían contribuir a privilegiar unas formas de conocimiento sobre otras. Asimismo, esta investigadora fue una de las pocas en notar algo que estaba a la vista de todas, pero que muchas feministas no quisieron ver: la prosa y la incorporación de la poesía en estos escritos fue producto de una decisión política cuyo objetivo fundamental era contraponerse a las formas discursivas y epistemológicas patriarcales.
De tal manera que impulsadas por la brecha abierta por Carlassare, pasaremos a comentar la obra de la feminista y teóloga estadounidense Mary Daly. Esta labor nos parece pertinente porque esta obra se presenta, explícitamente, como un discurso alternativo e, incluso, deseable frente a la forma de escritura dominante en la academia. En este sentido, lleva lo político al extremo: a la forma de producción textual.
Gin/Ecología. La metaética del feminismo radical
Gyn/Ecology (1978) es considerada un pilar fundamental tanto del feminismo cultural como del ecofeminismo. Ha recibido duras críticas por su ahistoricismo, sus posturas esencialistas y la ausencia de un análisis de clases y étnico-racial, entre otros problemas teóricos y metodológicos.
Esta teóloga y feminista radical comenzó a escribir el texto en el verano de 1975, un año después de la publicación de Le féminisme ou la mort de Françoise d’Eaubonne y el mismo año en el que se imprime Nueva mujer, tierra nueva de Rosemary Radford Ruether. En esos años, Daly y otras feministas radicales estaban experimentando el desconocimiento de su labor académica y la purga en distintas instituciones universitarias estadounidenses. La autora asevera que este es un libro extremista en una situación extrema, escrito sobre el borde de una cultura que se está aniquilando a sí misma y a toda forma de vida sensible.
El título se refiere a la red de relaciones entre los organismos y su ambiente. Su preocupación fundamental es la contaminación de nuestra mente/espíritu/cuerpo infligida a través de los mitos y del lenguaje patriarcales, los mismos que legitiman la contaminación material que amenaza con acabar con toda la vida en el planeta. El título Gyn/ecology es una forma de retomar el poder de las palabras por medio de una empresa pirata cuya mejor destreza y tarea es la escritura.
Daly afirma que la metaética del feminismo radical es de un tipo más intuitivo que la ética, la cual está escrita desde la perspectiva patriarcal y cuyas intenciones están escondidas en la textura del lenguaje: “Es una tarea esencial de la metaética feminista examinar y analizar este lenguaje (lenguaje académico), desenredando los enredos de la estructura de las frases, desvelando las palabras engañosas, exponiendo la bolsa de trucos semánticos destinados a atrapar a las mujeres”. Tarea que acomete esta teóloga feminista al desvelar los mecanismos a través de los cuales el lenguaje académico legitima, con el uso de la voz pasiva, determinadas expresiones, cierto léxico, la sintaxis, la supuesta objetividad y los distintos ritos que mutilan y matan a las mujeres tales como el suttee en la India, el vendaje de los pies de las mujeres en China, la mutilación genital africana, la caza de brujas y la ginecología occidental. En contraposición, señala Daly, la metaética gincológica debe afirmar la profunda dinámica del ser femenino: la ginografía.
Daly destaca que la gramática silencia y divide el ser de las mujeres. Las mujeres deben tener el coraje de romper el silencio y cuestionar los textos seculares y sagrados que han dormido nuestros cerebros. Así liberarán a otros prisioneros del patriarcado cuyas tendencias biofílicas no han sido completamente bloqueadas. Se trata, entonces, de liberar la primavera del ser, del discurso vivo.

Gyn/Ecology es un libro-viaje para cada solterona, lesbiana, bruja, arpía y furia en cada mujer que se transforma en feminista radical; en consecuencia, está dirigido a “la imaginación lesbiana en cada mujer”. Es un viaje para expandir la imaginación, un viaje para descubrir el misterio de la propia historia y la manera como se encuentra entrelazada con la de otras mujeres; los únicos obstáculos que puede encontrar en su camino son las encarnaciones del patriarcado. Este viaje puede ser antiacadémico, pero no antiintelectual. Antiacadémico porque “celebra el movimiento giratorio del cerebro” y el movimiento giratorio de los campos de estudio, por lo tanto, su campo puede ser llamado “des-Teología”, “Des-filosofía” o “Des-ético”. Por el contrario, la Gin/ecología no pertenece a ninguno de los departamentos de la academia, es un des-campo/nuestrocampo/fueradecampo que busca los hilos que conectan la realidad artificialmente separada y confronta los moldes tradicionales de preguntar y responder al ser un modo diferente de pensar/escribir/hablar.
El viaje feminista requiere ser sensible, crear y recordar. En este sentido, este texto es un escrito de refutación a la correcta investigación académica. Por lo tanto, la Gin/ecología es parte del necesario metodicidio de la metodolatría propia de las disciplinas patriarcales que matan la creatividad. Es el movimiento necesario para desarrollar el método ginocéntrico, lo que no debe ser confundido con el desarrollo de una investigación descuidada y poco precisa.
Daly pretende desarrollar una escritura ginomórfica y ginocéntrica; lo que significa arriesgarse, pues el lenguaje y el estilo de la escritura patriarcal no puede contener el éxtasis, la energía y la creatividad de las mujeres. El lenguaje académico es la manifestación de lo que la autora llama el síndrome sadoritual[1], del cual la academia patriarcal es una extensión.
La autora relata que en el proceso de elaboración del segundo borrador del libro, su forma de trabajar la redacción comenzó a cambiar. No es que pensó que el libro requería un estilo diferente, sino que se produjo un salto a una escritura ginocéntrica que la llevó a inventar palabras (ginestesia) que surgieron de la reflexión que dejaba la búsqueda de las definiciones, indagó en los sinónimos o etimologías de determinados vocablos tales como fashion, argonauta y trivia; asimismo, la autora juega con los morfemas, los divide con guiones (des-cubrir) o barras (gin/ecología[2]) para darles un diferente valor y destacar sus acepciones desconocidas. La autora desestabiliza la morfología de las palabras con un objetivo político e, inevitablemente, estético y rítmico, parte del objetivo fundamental del libro: una escritura que oriente a la construcción de un mundo diferente.
En este viaje se buscan las raíces de la percepción engañosa de la realidad; para comenzar esta tarea es necesario exorcizar el lenguaje, desencantar el lenguaje de la falocracia; en este sentido, este texto es una puesta en práctica del exorcismo al lenguaje patriarcal: “Debemos aprender a des-pronunciar el lenguaje de la falocracia, que nos mantiene bajo el embrujo del quebrantamiento”. Las increíbles amazonas que se atreven a hacer este viaje deben estar conscientes de los métodos de mistificación de los patriarcas, que Daly reduce a cuatro: 1) el borrado de las mujeres (se borra de la academia patriarcal la masacre de millones de mujeres como brujas); 2) la inversión (Adán da a luz a Eva y Zeus a Atenea); 3) la falsa polarización (“feminismo” definido por los hombres en contra del sexismo definido por los hombres en los medios de comunicación patriarcales) y; 4) dividir y conquistar (mujeres floreros entrenadas para eliminar a las feministas en las profesiones patriarcales).
En definitiva, Gyn/Ecology es un acto, sostenido en la escritura, que empuja a las mujeres a dejar las ataduras de la mente y su comodidad para que se pongan en movimiento hacia nuestros territorios.
La escritura como acto político
Mary Daly fue unas de las primeras ecofeministas estadounidenses que ejercitó la escritura como forma de intervenir en el orden simbólico; para ella, el lenguaje no es un mero instrumento de transmisión de ideas y organización del conocimiento, es la realidad; por lo tanto, es inmenso su potencial revolucionario.
El desprecio hacia esta obra ha impedido reconocer que muchos de sus planteamientos constituyen el fundamento de la teoría ecofeminista, asimismo, que este texto ilumina sobre las inéditas formas de dominación que con posterioridad van a ser estudiadas por la mayoría de las ecofeministas.
Este texto muestra que el lenguaje es una parte fundamental de la praxis política. Tanto así que la concepción de un mundo despatriarcalizado se inicia en el propio lenguaje, por eso se propone crear un discurso que subvierta la cadena significante que sostiene nuestra realidad patriarcal, femicida y ecocida.
Parece incongruente, dada la terrible realidad de violencia y despojo que vivimos en Abya Yala, el interés por la obra de esta ecofeminista estadounidense. Incluso se nos podría acusar de hacer un ejercicio de masturbación intelectual. Pero consideramos que es justo por encontrarnos en este lugar, experimentando los efectos de las nuevas formas de la guerra contra las mujeres y la acelerada destrucción de nuestros ecosistemas, que podemos apreciar el alcance de la visión ecofeminista de Mary Daly.
Notas
[1] Este significante pretende atrapar el carácter global de las atrocidades cometidas contra las mujeres en nuestra “sadosociedad” patriarcal.
[2] Daly: “Realmente quería rajar la ‘ciencia’ controlada por hombres/controladora de la mujer de la ginecología” (Daly, 1978, xvii).
Marianela Tovar Núñez. Historiadora feminista, editora, docente. Doctora en Ciencias Sociales, Universidad Central de Venezuela (UCV). Jefa del Laboratorio de Historia de la Ciencia y la Tecnología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. Profesora en la Escuela de Comunicación Social (UCV). Ha colaborado con numerosos artículos en revistas y libros: “¿Existe una historiografía feminista en Venezuela? (2012)”, “Historias y culturas de la diversidad sexual” (2013), “Apuntes para la construcción de una historia de las mujeres” (2010), “Discurso del capitalismo y el sujeto queer” (2019), “¿Resiliencia o resignación?” (2020), entre otros. Está por publicar La construcción de la masculinidad hegemónica en tiempos de Guzmán Blanco (1870-1884).