Legión
Permíteme padre
cerrar tus párpados
enfilar tu terrestre orgullo
hacia el ocaso
Vestir la plegaria
que me cedes
inamovible
inhabitable
estéril
Que en el fuego
la carne sea legado
legión que se adhiere a mí
MICELIO
I
Cuéntame padre
dónde yace la herida
en qué delirio qué espiga
confino mis uñas al marfil
II
No me bastan las campanas
para sostener este vientre
que me convoca afiebrado
frente a los ojos del molino
III
Preciso estrechar mi carne
enumerar sus síntomas
gatear eclipsado
hacia la grieta del prisma
IV
Cuéntame padre
de esta vieja herida
que me otorgas inhóspita
infrecuente ineludible
V
Sobre el lomo de una aguja
cosecho erizos de cristal
cedo ante la espora
VI
Heredé una sombra oculta
un bozal de alambre sin roer
papá los erizos tienen frío
¿por qué yo la hoguera?
Deslave
No arrastraré piedras al río
las dejaré caer
a un costado de la ladera
para que otras manos calizas
lleven consigo su lapidario yugo
a planicies bendecidas por dios
mientras yo
condenado al regazo de la montaña
seré testigo del aluvión
-cuerpo del calvario-
hasta que el cerro humedecido
me reclame
Colmena
Bautiza la cicuta de mis uñas
muerde la arena en mis hombros
de la escama abierta sobre el pecho
sostén en alto el gemido que me habita
y conforme a las leyes del huerto
deja caer sobre mí el rugido de la colmena
enséñame la lengua que muerde
hinca en mí la asfixia de la carne
zángano oculto en el centeno
conjuro del viento

Andrés Royer (Caracas, 1988). Comunicador social y periodista. En el año 2021 contó con una participación en la antología Ubicuo de la editorial madrileña Lecturas de Arraigo y en 2023 resultó finalista en el III Premio Internacional de Poesía “Bruno Corona Petit”, organizado por la editorial Palindromus. Desde 2020 crea contenido en redes sociales orientado a la investigación y divulgación de poesía contemporánea en español.

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