Derivas en las ciudades tentaculares. Una conversa a partir de “Tracción a sangre” de Sergio Guerra

Zeto Bórquez , Cristian Foerster y Sergio Guerra. LaKomuna Libros, Santiago, diciembre de 2023.

El día jueves 21 de diciembre de 2023, se llevó a cabo la segunda presentación del libro Tracción a sangre (Valparaíso, Schwob Ediciones, 2023). El lugar fue amablemente dispuesto por LaKomuna Libros, distribuidora y centro cultural ubicado en la comuna de Santiago Centro. Los presentadores de la ocasión fueron Zeto Bórquez y Cristian Foerster. Se decidió hacer un círculo entre los asistentes para abrir un diálogo y distender la presentación que asumió una forma de especulación colectiva con derivas inquietantes muy difíciles de conseguir en una reflexión unipersonal que a continuación se expresa como un pensamiento múltiple que resuena con las ideas del propio libro.

Cristian Foerster/ Zeto Bórquez/ Sergio Guerra

Gabriel Zanetti (anfitrión): buenas tardes a todxs a LaKomuna Libros, el día de hoy presentamos el libro Tracción a Sangre del escritor Sergio Guerra. Nos acompañan en esta ocasión Zeto Bórquez, filósofo, traductor y editor quien recientemente publicó el libro Etología oscura (Palinodia) y Cristian Foerster, candidato a doctor en Literatura UC, poeta autor de los poemarios Ruido blanco (Cuneta) y Balada (Pez Espiral), secretario de Rectángulo de Agua: arte patrimonio y cultura. Antes que nada, dejo con ustedes al editor de Schwob Ediciones Eduardo Cobos.

Eduardo Cobos: bienvenidos y bienvenidas. Hace un par de semanas presentamos este libro en el Fondo de Cultura Económica de Valparaíso. Hay varias cosas interesantes en el libro de Sergio. Este libro viene a refrescar el panorama de narrativa en Valparaíso, aunque no solo en Valparaíso como vamos a ver. Hay un fenómeno interesante, hay narradores y poetas que están experimentando con los relatos, y también varios editores que acompañan este proceso. Entonces una de las cosas con las que podríamos partir, es dialogar respecto a los cruces experimentales entre poema y prosa que están en este libro.

Cristian Foerster: sin duda, y también es interesante señalar la misma forma de esta presentación que no es del tipo tradicional, decisión que tomamos los tres con Sergio y Zeto durante la semana. Nuestra idea es conversar en torno a la multiplicidad de temas que sugiere el texto de Sergio. Por lo mismo dispusimos las sillas de forma circular ya que nos parece más interesante en relación a lo que está en juego en el libro.

Bueno Eduardo nos lanza el primer pase. Con respecto a la experimentalidad del texto, yo creo que una de las distintas dimensiones de la experimentalidad de Tracción a Sangre es que las posibilidades narrativas van siendo interrumpidas. Qué quiero decir con esto, que cuando empezamos a leer la primera parte llamada Caos Germen, tenemos un relato más bien tradicional que adopta a ratos la forma del policial, en donde “los cabros”, un grupo anarko okupa que vive en el Puerto, conocen a Eva, una especie de gurú del compost alternativo. A los cabros sus ideas les parecen fascinantes, pero entremedio muere un paco, en una escena que recuerda la revuelta. Sin embargo, el relato en lugar de convertirse en la típica novela de crímenes, ocurre que “los cabros” se toman unos hongos en una suerte de humedal donde ven unos ángeles, suceso con que termina esta parte dando paso a la segunda.

En la segunda parte, la narración adopta un flujo de conciencia, en el cual Eva ha dejado de ser la gurú de la primera parte y se transforma en una suerte de entidad intelectual que guía la nueva sociedad sin estado, en que el mar ha devorado la arquitectura. Un lugar donde convive el anarcocapitalismo con el anarcosocialismo, donde se construye el NeoPuerto y cuando todo esto agarra vuelo de nuevo viene una interrupción que da paso a la tercera parte.

En Neón Mantra la forma gráfica que predomina es el verso. En esta una especie de cerebro colmena aglutina las ideas y los cuerpos que estaban en diferentes partes diseminadas. Creo que en esta serie de interrupciones de una forma de narrar para dar paso a otra, radicaría una experimentación radical. Esto sería una primera capa y a la vez un resumen de cómo es la propuesta literaria de este libro, no se si estás de acuerdo Zeto.

Zeto Bórquez: dentro de eso mismo, y también para preguntarle a Sergio, sobre la experiencia de la ciudad. Que a pesar de no estar explícito que sea Valparaíso, se da la idea del nuevo puerto, un lugar donde se da una serie de interconexiones que va forjando su imagen, en donde hay una voluntad colectiva. Por otro lado, hace poco Sergio escribió un ensayo sobre el libro de Cristóbal Gaete (Valpore), donde se pone de relieve la cuestión del clima psíquico o vibración psíquica. La cual estaría presenta en la vivencia de la ciudad y capturado a través de la escritura, yo veo que en tu novela hay algo similar a ese rescate, no se cómo ves eso. Ya que el tema de la geografía psíquica o de la telepatía que aparece en Tracción a Sangre aparece de una manera muy intensa, que uno diría viene a partir de la ciudad.

Sergio Guerra: bueno hay ahí dos cuestiones, en primer lugar Valpore que es un clásico de la letras porteñas. Donde efectivamente veo que se captura un clima psíquico pero un clima en específico, aquel clima alimentado por agentes externos de la ciudad que tiene que ver con una imagen estereotipada de la violencia de Valparaíso. Y a cierta lumpenificación de los habitantes de la ciudad, que cíclicamente es reforzada por los medios de comunicación. Ficción que sin embargo constituye lo Real en cuanto estado psíquico que permite leer la ciudad desde su oscuridad. Esa captura es la potencia literaria que veo en Valpore. Hace algunos meses comenzó la tele a darle como bombo en fiesta a esa idea de nuevo [risas] y el clima de inseguridad junto con el imaginario del horror lumpen se agudiza. Uno lo ve cuando de pronto te preguntan personas de afuera ¿todavía vives en Valparaíso? ¿Todavía se puede vivir ahí? Entonces está este imaginario de la decadencia torrante y de la cuchilla. Pero visto desde otra perspectiva la ciudad es un lugar en el que se puede vivir y te puedes desarrollar también. Es una ciudad en que pasan cosas muy interesantes todo el rato. Existe otro imaginario que se contrasta con esta especie de tierra baldía, que es el del Valpo en cuanto semillero de pulsiones de divergencia a las maneras de vida instituidas, pero que siguen siendo formas de vida y no de sobrevida ni de muerte. Sin duda son formas más sucias y ruidosas, pero tremendamente interesantes. Entonces mi escritura parte de ese segundo imaginario que por lo demás, se volvió mucho más visible durante la revuelta, de esa manera se contrasta con el primero, sin que uno predomine sobre el otro ya que ambos conviven y se retroalimentan.

Ahí es donde aparece la cultura soyera de la Pinto. También los psiconautas que alteran sus conciencias. Y hay una convivencia entre los jipis y pankis e incluso mezclas como los jipis oscuros que son una juventud que vive de otra manera la ciudad y que no son lumpen, o por lo menos no los pondría en el mismo saco. Cabros que están tratando de salirse, y piensan la ciudad y la sociedad de una manera creativa, entonces se complementa al tratamiento de los personajes nihilistas de Valpore que solo buscan destrucción y autodestruirse.

Cristian: es interesante eso porque se conectan ambos libros con una crítica al Valparaíso patrimonial, siendo este la contracara de lo lumpen. La sociabilidad del puerto, ya sea pensada desde la Unesco o por pensadoras como Lucy Oporto, que hablan de lumpen-consumismo o lumpen-fascismo, donde este tipo de manifestaciones como el estallido social serían leídas como una especie de pulsión de estos personajes neoliberales lumpen que destruyen y saquean. Entonces ambos extremos, tanto el patrimonial como el lumpen invisibilizan todo ese espectro de personajes sociales que quedan entremedio. Lo hippie, okupa, alternativo, nocturno, que aparece en Tracción para darle un lugar.

Portada de Tracción a sangre de Sergio Guerra, Valparaíso, Schwob Ediciones, 2023

Otra de las cuestiones que hemos dialogado harto es sobre en qué género literario se podría catalogar este libro: si se podría inscribir en ciencia ficción, o las ficciones utópicas y/o distópicas, o incluso en lo que se ha denominado ucronías. A mi parecer, lo interesante de este texto es su potencial de desmarcarse de cualquiera de estas cuatro categorías. Por ejemplo, el problema con las utopías es que siempre, una utopía de una comunidad puede ser la distopía de otro grupo de personas y viceversa. Lo que está retratado en el proceso constituyente, que a mi parecer hizo aparecer una forma utópica de izquierda que fue señalada como distópica por la derecha y luego al revés. Dos caras binarias de la misma cuestión. Entonces en Tracción a sangre, yo encuentro una apuesta por salir de ambos polos, sin caer en la ucronía, narrativa generalmente organizada bajo la pregunta por el qué hubiese pasado sí determinado hecho histórico hubiera acontecido de otra manera. En este caso, qué hubiese pasado si la revuelta hubiese continuado y no se hubiera disuelto por la pandemia y el proceso constituyente. Sin embargo, este tipo de elucubraciones ucrónicas no estarían presentes en la narrativa en Tracción, pues ese rastro historiográfico se encontraría totalmente diseminado.

Zeto: yo diría que el libro cabe en lo que podríamos denominar como ficción especulativa. Y en lo que Meillassoux ha llamado ficciones fuera de la ciencia. Ya que Tracción ofrece una narrativa que no tiene una explicación exterior a las “leyes” que se ponen en cuestión, y que están totalmente ajenas a encontrar una coherencia. Por ejemplo, la idea de una supra-conciencia a la cual están todas las otras conciencias conectadas es una idea fuera de lo posible e incluso de la carga de realidad que por lo general tiene la novela. Lo que ocurre con esta novela es que no ofrece una coherencia de relevo o de reemplazo. Entonces por eso yo diría que se trata de una ficción especulativa fuera de la ciencia que no te explica por qué las cosas están ocurriendo como están ocurriendo. De ahí que la novela al instalarse en ese borde se vuelva interesante, de ahí que lo que ocurra con la experimentación textual no es algo al azar, no creo que Sergio esté diciendo ahora voy de manera fragmentaria y luego discontinua o que se pase al verso porque sí. Sino que la misma condición de esta ficción invita a fisurar el género mismo ya que no está trabajando con la lógica de continuidad en la cual se inscriben los personajes. Uno podría discutir esto a partir de la reseña de Carlos Henrickson que nos habla de un sentimiento apocalíptico analogándolo al estallido social. Yo creo que la cuestión cala más allá.

Cristian: en esa misma línea, quisiera agregar otra cosa: el riesgo de inscribir esta novela en el registro apocalíptico, ya que esta es una idea que siempre supone un fin, y por ende, una cuestión escatológica, con un término definitivo, donde la posibilidad de un renacimiento, o de un nuevo ciclo u orden estaría vedado.

Zeto: claro, yo voy al mismo punto tuyo, ya que las dicotomías utópico/distópico suponen una idea escatológica.

Cristian: exactamente ya que más allá de estas categorías lo que presentaría la novela es la idea de una simbiosis total, en la que los sujetos y las categorías literarias de la novela, los cuerpos y los nombres se encuentran difuminadas y con ello se trastocan las categorías de lo posible.

Zeto: permítanme leer una línea de la contratapa “un relato aparentemente despojado para ir in crescendo al entrelazamiento de tramas donde las leyes del espacio-tiempo, tal como las percibimos, declinan por la atracción de futuros posibles.” Acá está enunciada esta radicalidad de salirse de los marcos espacio-temporales que hablábamos.

Eduardo: muy en esa sintonía, y para preguntarle a Sergio, retomando lo conversado en nuestro anterior lanzamiento en Valparaíso, en relación a lo apocalíptico que dice Carlos. En ese in crescendo en tres partes, como hace Sergio al sentarse a escribir, para dislocar la escritura mediante la relativización de la escritura y la difuminación de las tramas. Hay un momento interesante que tiene que ver con la multiplicación de historias a lo cual ya te has referido en otras instancias.

Sergio: hay una cuestión que se descuelga de lo que están comentando, respecto a la posibilidad de pensar futuros posibles, supone un ánimo optimista ya que también uno podría pensar que está en juego la imposibilidad de pensar el futuro en esta fragmentación final que se podría acercar a la imagen de un abismo de mirar hacia adelante. Yo no me caso con ninguna posición, pero me interesa señalar la paradoja.

Eduardo: un tipo de experiencia mallarmeana en la tercera parte que nos acerca a pensar el espacio dentro de las páginas, el juego con el lenguaje, pero también con su disposición visual-espacial.

Sergio: yo venía escribiendo un libro de varios cuentos oscuros antes de la revuelta, eran 7 cuentos cuya escritura suspendí tras el estallido. En ese momento comencé a escribir el cuento largo que abre Tracción a Sangre y en cuya atmósfera resuena la ciudad alzada. Luego viene la pandemia y empiezo a experimentar con la escritura. En eso me encuentro con Lalo y me propone hacer un libro, yo le digo que tengo estos dos registros que están relacionados y me puse a escribir un eslabón entre ambos, que es la segunda parte en que la escritura se acelera. Comencé a enfrentar el sentido que había en una página con la siguiente plegando las páginas hasta 16 veces, con lo que conseguí un material bruto con el cual luego trabajé. De Burroughs viene la idea del cut-up quién plegaba la página de 2 a 4 veces, yo quería ver qué pasaba si lo plegaba en más partes y el resultado es la disgregación y dispersión del sentido, pero con hallazgos que no podría haber visto sin esta técnica. Vínculos y relaciones entre tramas, atmósferas, ideas y personajes que se presentaron ahí, en la experimentación. Entonces la manera de montar esto en términos de arquitectura literaria lo pensé así; dejé como primera parte el texto que narra acontecimientos de la revuelta de manera tradicional, luego una aceleración textual en la segunda que lo conecta con la zona de difuminación y oscuridad de la tercera.

Cristian: ahí me interesa señalar algo más, en relación a esa arquitectura que señala Sergio. Generalmente la construcción de la novela decimonónica, del estilo Flaubert o Balzac, se la ha comparado con la de una catedral, en la que se unen la mayor cantidad de tramas posibles y que a su vez nutre al espíritu. Pero acá pareciera que esta arquitectura novelística se presenta de otra manera. Vibra en otra frecuencia y se presenta según otros modelos. Y en relación con lo que decía Zeto, me resuena mucho la idea de psicogeografía practicada por los situacionistas: un modo de recorrer y reconocer las diversas atmósferas del espacio urbano, y para alguien que ha vivido más de 7 años en Valparaíso y ha recorrido la ciudad como tú la has recorrido, entonces me hace mucho sentido cómo está construido tu texto, a través de este eclecticismo laberíntico.

Eduardo: a mí me recuerda también esas construcciones de Escher, donde las formas se van conectando en perspectivas imposibles.

Cristian: de repente pasas por una puerta en una casa y pasas directo a una zona de pantano. Esa experiencia que uno tiene en Valparaíso y que está acá en el texto absolutamente.

Zeto: tú mismo lo mencionas, la geografía como arquitectura y organismo, es a la vez la imagen de una ciudad metabólica, donde las vidas que se insertan o se inyectan en sus intersticios están en tensión a cada momento y se van renovando con ello como un gran organismo. En un proceso de hibridación muy potente. Eso pasa en general con las ciudades industriales, pero aparentemente la escena puerto tiene una hiperbolización respecto a ese componente y no se puede pensar la cuestión de la simbiosis que está muy presente en Tracción a sangre sin esto. Esto le da a la psicogeografía de la ciudad una dimensión extraordinaria.

Cristian: quizá lo interesante sea pensar qué tipo de ciudad se está vislumbrando, por ejemplo cuando uno piensa en urbanizaciones diseñadas como Brasilia y por otro lado ciudades anárquicas como Valparaíso a uno lo lleva a pensar en versos como los de Pablo de Rokha en que aparecen las ciudades tentaculares. En la tercera parte del texto aparecen literalmente los tentáculos que están en una especie de trasfondo oscuro de la ciudad. Una cuestión bien lovecraftiana, en que aparecen estos monstruos colosales que nos crearon como alimento, pero a la vez se mantienen ocultos en las profundidades, pero aún así afectan nuestra psiquis. En Tracción la misma ciudad es la que va adquiriendo esta cualidad monstruosa capaz de afectar psíquicamente a los personajes. Aunque no necesariamente como en el caso de Lovecraft, donde la narración es inundada por el horror, sino más bien se acercaría a un extrañamiento que no carece de humor. Había partes en que yo me reía de lo que me estaba contando la narración. Entonces no se trata solamente de andar asustado y querer apretar cueva [risas] sino que se logra captar la complejidad de las partes y sus componentes. Por lo mismo te quería preguntar por esta convivencia de elementos y personajes que a veces parecen más bien costumbristas, que son bravos y punzantes, y por el otro lado ese telón de horror cósmico que pareciera atravesarlos.

Sergio: yo creo que todo es parte de un mismo organismo y el engaño está siempre en el lenguaje que nos hace poner una cosa detrás de la otra en cada ocasión. Pero las combinaciones son infinitas. Entonces si prescindimos del ordenamiento secuencial del lenguaje aparecen combinaciones que también son posibles, en cuanto hacen sentido al momento de leerlo. En el mundo las cosas están entremezcladas, pero uno establece contigüidad a través del lenguaje lo cual ordena las cosas generando puntos ciegos al momento de seleccionar lo que viene y lo que no, de ahí una de las potencias del poema que permite desbordar las narrativas. Entonces uno experimenta la vibración psíquica del horror porteño y la pendencia con una carcajada de por medio y eso es parte de la ciudad también.

Zeto: respecto a la idea de comunidad, la simbiosis, la interconexión, y la tecnología pensada desde una condición bien específica, a lo que voy es cómo piensas la idea de comunidad que hay ahí en tu escritura o si estás proponiendo alguna.

Sergio: en algún momento pensé y es la especulación de fondo, qué pasaría si el movimiento okupa consiguiera tomar el control de la mitad de la ciudad, por qué no. De ahí que se tendrían que establecer maneras de ordenamiento social, ciertas leyes internas y maneras de afrontar los ataques de la represión, lo cual los llevaría a establecer ciertas jerarquías, que llevarían sus postulados a una paradoja. Ahí es donde aparece una segunda Eva que se vuelve una especie de jipi fascista.

Cristian: ese planteamiento es justamente donde la narrativa del libro, en esos giros utópico/distópico, logra salir de la postulación de solo una de las caras de la moneda.

Sergio: la misma cuestión que surge en Argentina en donde el nuevo autoritarismo es en nombre de la libertad tal como dijo Orwell. Se dan vuelta los discursos y se adoptan nomenclaturas de sentido inverso como el de libertarios que hasta hace algunos años nos remitía a las experiencias anarcosindicalistas de la guerra civil española y ahora nos refieren al anarcocapitalismo neoconservador y sionista, el giro del término libertario es total.

Cristian: claro, y en Tracción a Sangre aparece luego todo el dispositivo policial que se establece en la ciudad okupada en medio de una especie de Venecia latinoamericana ya que el mar ha copado las calles. Y recorremos todos los controles que hay que pasar para moverse de un lado a otro. Y ahí hay una cuestión que me parece muy alucinante y me parece que vale la pena leerlo por esa convivencia que para mi es inédita.

Zeto: ahí es donde se corta el hilo de la narración, es justamente algo que a mí también me sorprendió, el momento en que comienzan los saltos narrativos.

Cristian: claro es el momento en que se vuelve más importante que la trama la propia forma que se está haciendo a sí misma todo el tiempo, como un magma. Ya que se convocan todos los imaginarios posibles.

[Lectura de un fragmento de Tracción a sangre]

Sergio Guerra leyendo un fragmento de Tracción a sangre. LaKomuna Libros, Santiago, diciembre de 2023.

Cristian: en ese fragmento aparece todo lo que estábamos hablando, y eso de la ciudad cerebro además es alucinante.

Gonzalo: es como esas imágenes cyberpunk japonesas tipo Akira.

Cristian: de inmediato me recuerda a NeoTokio y todos esos imaginarios que están ahí en juego.

Zeto: aunque yo haría una salvedad. Esas narraciones se basan en explicaciones, mientras que en Tracción no se sabe por qué suceden las cosas que aparecen ahí.

Tania: se asemejan a los cuadros de El Bosco.

Cristian: claro es como un recuadro en que confluyen todos los imaginarios a la manera en que aparecían los imaginarios medievales reunidos en los cuadros de El Bosco.

Zeto: no hay algo evidente que domine en la escena.

Cristian: claro, no hay ningún eje central. Y está la alteración del conflicto central con un héroe y un viaje, pero acá están todos estos elementos presentes, aunque difuminados y ese equilibrio frente a la desintegración de los imaginarios y de la narración creo que está muy bien logrado.

Américo: eso es lo que ocurrió en la revuelta, es decir, aparecían elementos que desaparecían y ocurrían situaciones que luego se difuminaban del foco de atención. La narración pareciera adoptar la forma de la propia revuelta para narrar. Y al mismo tiempo ese vértigo nos empuja a una confusión que se asemeja al estado de incertidumbre que vivimos desde entonces, con la pandemia y el doble rechazo a las propuestas constitucionales.

Cristian: y de ahí que las vueltas que nos dimos en estos años parecieran dejarnos donde mismo iniciamos, incluso con una agudización de los problemas que nos llevaron a la revuelta.

Gonzalo: por eso fue muy atinada la aparición del uróboros en Plaza Baquedano tras el último plebiscito.

Gabriel Zannetti: tengo una pregunta en general para el autor y los presentes. A partir de una entrevista que tuve la suerte de realizar a Enrique Vila-Matas. Él dijo: la verdad es que a mi libro le ponen novela en la tapa pero en verdad yo no escribo novelas. La editorial le pone “novela” para que se venda. Entonces ¿por qué esta necesidad de clasificarlos? Acá estamos en una distribuidora de libros (La Komuna) y tengo que ordenar los libros según clasificaciones. Entonces, cómo se plantea toda esta dislocación de los géneros que estamos hablando.

Público del diálogo en LaKomuna, Santiago, diciembre de 2023.

Eduardo: yo también me hice esa misma pregunta. ¿Qué es esto? para mí una novela es lo que está entre la tapa y la contratapa, Bolaño también se hacía la misma pregunta a propósito de su novela La Literatura nazi en América. Que son relatos y bien podrían considerarse cuentos, pero él quería nombrarlo como novela y así quedó finalmente.

Gabriel: a propósito de eso, cuando Bolaño envió su manuscrito al premio Herralde, quedó fuera de bases porque consideraron que era un ensayo. Luego el editor que se lee todo lo que llega a sus manos, le impresionó y descubrió el juego literario que ahí había. Y llama a Bolaño por teléfono para decirle que quiere publicar su novela, pero lamentablemente Bolaño ya la tenía comprometida con otra editorial. A qué voy con esto, a que un editor de categoría logra identificar cuando hay algo ahí que es importante. Y por ello felicitamos a Eduardo por asumir el riesgo de publicar este libro.

Zeto: claro, la cuestión de las clasificaciones tiene que ver con una decisión, a partir de la cual comienzo a realizar una lectura, y los géneros nos imponen maneras de entrar en el texto. Por ese lado creo que acá uno puede ir descubriendo una secuencia de formas que ponen en cuestión las decisiones de lectura que uno va tomando para volver a decidir de qué manera voy a leer esto otro que se ha desmarcado de lo anterior. Por ejemplo, tras la escena de la muerte del paco yo pensé que comenzaría una novela policial a partir de ese nudo, pero todo se dispersó en otras direcciones y asumió otras formas que dislocaron la lectura. Entonces ahí comencé a preguntarme respecto al libro, ¿cuál es la necesidad de esos giros?, y pienso que tiene que ver con una sustracción del trasfondo explicativo. Y la puesta en suspenso de la coherencia de los géneros.

Cristian: claro ahí está la cuestión del lugar del poema. Ya que este es el momento del lenguaje en que las posibilidades son ilimitadas. Es el lugar de los sueños y de la épica. Porque la épica también es una ensoñación, y creo que por ahí también entra la novela, ya que no hay una trama tan pregnante sino que domina acá el ritmo.

Zeto: claro acá el ritmo es fundamental ya que eso es lo que le da una impronta a este libro y permite meterse al entramado.

[El público pide otra lectura, el autor vuelve a leer un fragmento]

Luego hubo aplausos y una conversación exaltada y fraternal que quedará para siempre en los corazones de lxs asistentes. El motor de esta última parte dio paso a una regada noche de derivas por la ciudad.

Comuna de Santiago Centro

Solsticio de verano 2023.

Transcripción de Sergio Guerra

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