Poesía, transactivismos, y otros cuentos. Análisis descarrilado sobre Trans*poesía y la guerra cultural en curso

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Transparaíso. Un evento más, pensé, con la visual de esa horrenda bandera tricolora pastel, creada por una veterana de los marines de Estados Unidos (lugar en el que esté parece baby shower). Llegué sin entender nada. Me fuí borracho arrojando sigilos incoherentes, de puro jugoso, contra un activista que se casó en bikini.

Por la noche, el conventilleo maricón en la palestra instagram llamó mi atención: “Muy lindo, solidaridad transmasculina sin fronteras, pero cómo es eso de un español paseando por acá, vendiendo su libro”. “¿Y les escritores locales, quien les arma una wea?”. “Fueron todes a pegarse el show”. “Se le hacen fiestas, platos únicos, para viajar, siendo que acá los wachos hacen una wea y no va nadie”. “Les cabres no tienen ni pa comer, porque pagar el arriendo es un atao”. “Hagan webeo en Europa, y manden plata mejor será”. “Le hacen la pega aún más fácil a un weón fome”. “¿No y la colonización?”. “Si fuéramos incidioses diríamos que se pegó sus regias vacaciones a costa de voluntariado”.

Resentides. Pero qué mal hablada es la gente; qué dirán de uno. Al parecer no se alcanzó la meta de un gofundme. Y con un esfuerzo de producción, se trajo a Trans*poesía. Quedo intrigado con la polémica.

Gira por el lanzamiento de un “poemario trans”. Valparaíso, Santiago, Córdova.

Proyecto personal devenido desarrollo artístico colectivo. En apoyo “a cada cuerpo y resistencia trans”. Bruno Cimiano, terapeuta, poeta, militante, sonrisa de golden terrier, comparte fotos de sí mismo con poleras “black lives matter”, y frases como “a tu teoría le falta calle”. Ha venido desde una casa okupa de Barcelona, según entendí. “Un hermoso ser humano”.

Entro al metaverso. Palabras como: amor, amistad, transfeminismo, tránsito, ternura, afectos, política, poesía, trans, trans, trans. “Prefijo de origen latino que significa detrás de, al otro lado de, o a través de”. También se usa para denominar bichos como nosotros, bajo una receta médica de la primera mitad del siglo XX en gringolandia. A algunos wecos les encanta la etiqueta; yo, le daría unas vueltas.

Leo varios poemas. Una poesía con momentos, sin duda. Escribe como alguien que escribe. Fin. Carente de musicalidad. Iteración hasta la náusea de los mismos conceptos, muy de quienes profesan una fe; me recuerda a la iglesia. Prédica de la palabra.

Inquietantemente agradable. No me parece agresivo. Sorpresa, considerando que otres le describen: “golpes de verdades”, “rebeldía”, “reinvención de la poesía”.

Escritura pop, adecuada para la memeósfera (poemas como infografía latera de rrss). Una mano literal, simple. Tal vez por eso se viralizó entre los maricones de este latifundio donde no lee nadie, y los que leen entendemos la mitad (desconozco el caso trasandino). ¿Nos ofrece algo a los que le damos color con las letras? Quizá se prefiere el fondo, más no la forma.

La poesía sociológica es aburrida (avísenle a las feministas).

Es que uno, warén con cigarro, me creo esteta. Acostumbrado, desde las Perlongher, a los palabreos Fausto, acabas por esperar por doquier labia florida, venenosa, inolvidable, contando historias de lo más escabrosas, pero cercanas. “Biografía en común”, dijo la Renata Alondra. Reconozco dulzura en cómo se describe este fenómeno en trans*poesía. Suma puntos por hablar de los hombres trans, y otras masculinidades. Sin embargo, son enunciados que se pueden exclamar desde cualquier lugar en occidente. ¿Habla de lo que es ser trans de donde quiera que venga?, quizá.

 Aprendí, tras de kilos de historia y epifanías en ácido: lo que es aquí, no es así en la quebrá del ají (aplicado al tiempo y al espacio). En España ha sido escarmentado por fuerzas de derecha y afines. Allá están librando una lucha que acá pierde su contexto. Supongo.

Tiene sentido que le crean revolucionario. No es el primer español que veo en la misma: laureado mediocre. Y no es que sea una “mala” escritura. Muy punk, pero sorrynotsorry, vienes de las Europas vendiendola de una poesía de resistencia ¿y esos son los hechizos baluarte para la batalla cultural? Valor.

Tanto quejarse de un poeta de afuera, me pregunto ¿y qué pasa con les de acá?, porque yo conozco a varies estacionades. No me mal interpreten con un “vos ¿cuántos libros tenés?, ¿cuántos premios literarios?”, que paja esa gente. Quien tenga una obra completa que lance la primera gira. Corta. (Y a ver quienes llegan a cooperar).

Es absurda la crítica a les artistas que se prestaron pal espectáculo del Tran*poesía on tour. Porque algunes, fíjate: maricón pobre, encima dedicandose al arte. Patúa. Admirable para un país que tan mal trata a sus artistas, a sus maricones, lograr que broten esas joyas escondidas entre basura, mar y cordillera. Siempre a la espera de poder mostrar eso que tan lindo haces; muches guiades por el afán de la común-unidad. Reunirse porque ocurre un algo. Y ahí llegan, “los mismos cinco maricones de siempre”.

Que te vean hasta la península Ibérica, un lujo. Formas de difusión, tejido de redes. Remando contra corriente en ese algoritmo egoísta. Un nexo con el primer mundo que le dicen.

Por lo visto, un sector de la maricada aspira a construir, a punta de buenas intenciones, un mundo confortable, derrumbando las opresiones porque la fuerza del amor es grande. Olvidando que el poder nos atraviesa. Cuánto desastre que se ha hecho en nombre del bien. Trans*poesía cree en el cuento del espacio seguro. Imagino a los jipis del opening de Watchmen, poniendo flores en las escopetas policiales.

En el puerto ha dejado ronchas. La cháchara de la amistad, los afectos, desde la poesía de un español, no pegan tanto entre quienes andan al dos y al tres con las monedas. Territorio donde la madre travesti te levanta un cuchillo, les amigues te roban y manosean, el amor te saca la conchetumare con una botella. Funa, funa, funa. De una u otra forma acabas golpeado o golpeando. Y aún así, es la única gente con la que puedes contar cuando te vas a la mierda. “Magia y comunidad siguen ahí”, dice en el perfil Trans*poesía. Equisdé.

Es habitual que haya más interés en alguien de lejos. Parte de la idiosincrasia. Siutiquería chilean way. Citando a la Perra, “qué fracaso nacional”.

“El resentimiento no convoca”.

Desconfío de les activistas tan vistoses (influencer); por lo general, no digo todes (cada vez que se cumple un prejuicio, muere un gatito). Tras el decante de las energías y ánimos de debilitar el poder del relato oficial, “torcer la lectura de la historia”, acaban trabajando regio, viviendo en el extrangero, en puestos de gobierno. ¿Y el resto? Chupando pico, sirviendo copas, lavando baños. O peor. Torturades. Muertes.

Encima, hay que ser bien portado (o hipócrita, malvado de closet) para obtener el beneplácito de las más cercanas a la que tiene un cargo importante o que sabe mover fondos (gente simpática, por supuesto). No vivimos las mismas opresiones entre maricones y muchas maricas oprimidas no son un “buen salvaje”.

Nuestros actuares provienen, en parte, de una profunda raíz cristiana. Todos los cristianos son mesiánicos. Toda ansia de salvación, guarda un mismo trasfondo escalofriante. Gente iluminada que le gusta jugar al comité central. Qué insoportable.

Pareciera ser conveniente que el amor sea baluarte (“rechazo por amor”, jajaja). ¿Nos tiene que pasar a todes lo que a Luisa Toledo para que nos pongamos brígides? En volá. El “sálvese quien pueda” ha debilitado la energía de muches.

Lo que me gusta de las antiguas de la comunidark elegetebés: son agresivas (incluso, violentas); nos recuerdan cómo fue entonces, que no debemos bajar la guardia (uno que sabe del eterno retorno). Aunque a veces lo enseñan a palos, ahí no es tan divertido.

“Van a dejar de matarnos cuando nos tengan miedo”, dijo la vieja pesá de la Silvestri.

La guerra cultural en curso, es guerra santa. ¿Qué puede hacer la poesía en este escenario?

Sería yo, un caballero de armadura en las filas de las izquierdas. Elfo del bosque, firmando cartas colectivas, haciendo llamados a, promoviendo esto, aquello. Activando que le dicen. Pero como con suerte me alcanza para el gato con lepra que a duras y blandas penas conseguí convertirme, trastornado y weón; ya ni sé cómo incorporarme al juego de les que andan a la siga de un ideal, de una tal revolución como murmuran. Pecador empedernido con ticket dorado al infierno. No poseo, en ninguna instancia, la disciplina de un buen marxista de pobla, creciendo con conciencia de clase. Tampoco me da para anarco vegangélico, combatiente e hincha weas, escribiendo pura mierda.

Todo parece un montaje, donde sólo les imbéciles se lo toman en serio, y acaban desepcionades. Esto no significa que hay que quedarse así como así. Dicen que viene una “contrarrevolución”. Porque la ciudadanía es tutelaje; cuando les niñes se portan mal, hay castigo, tarde o temprano. Dicen que el webeo tendrá varios bandos. ¿Habrá que ponerse bélico? Muamuamua.

No me burlo, ni juzgo, a las que se creen Merlina, activista, o peor, artivista. Porque claramente yo soy un beatnik. Hay de todo en la viña del señor. Si algo logro entender de ese chamullo de “lo justo”, es que cada cual con su delirio: una propuesta que contiene esta característica.

A mi me da cringe, como dicen los lolos, cuando, al momento de narrar la realidad en la palestra pública, incitan la universalización de las definiciones. Obviando la riqueza del contexto, que le da pliegues a la realidad. Don Orlando escribió: “no existe el mismo lugar”; pero por algún lado hay que comenzar a agruparse.

Aunque pese, creo en la biodiversidad. Es parte de mi tarea para combatir al fascista interior (todes tenemos uno). Como diría la difunta vikinga, Katiuska Molotov: “Quién es quién para decir que en el transformismo hay perfección”.

radioactivx (en algún lugar en 1994). Poseído por un escritor. “El poeta” le dicen. Coautor del fanzine digital Memorias de resistencia camionatravesti, derivado del kawinsatorio “Mariconerías monstruosas” de Lilit Herrera (2020). Partícipe y coordinador de varietés en ollas comunes de trabajadorxs sexuales y disidencias en Valparaíso (2020-2022); junto con otrxs artistas que asistían al espacio, organizó una serie de círculos literarios maricas (2021-2022). En Balmaceda Arte Joven, asistió al Laboratorio de Escritura Territorial dictado por Cristóbal Gaete (2022), y al Laboratorio de Crítica Cultural sobre artes escénicas de Sebastián Pérez (2023). Actualmente colabora para el colectivo artístico Emputesidas.

Respuesta

  1. Avatar de B.

    ¡Hola! Soy Bruno («»»el de transpoesia»»») me han enlazado este texto, donde he parado frase por frase. Me gustaría mucho poder hablar con quien hizo todas estas reflexiones. Si lx autorx está disponible dejo mi contacto más directo: transpoesia@gmail.com. Un saludo y gracias

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